Detectar a tiempo los daños: Termografía infrarroja en la producción de acero
En los análisis termográficos con una cámara térmica se puede determinar con precisión la naturaleza superficial del acero en bruto.
Allá donde se requiera mucha potencia, entra en acción el acero: en la construcción de instalaciones y de maquinaria, en la industria automovilística o también en la construcción de ferrocarriles y accesorios. La demanda de acero aumenta constantemente. Aunque los fabricantes de productos en los que se trabaja con acero pueden ofrecer la mejor calidad, las exigencias del acero en bruto son extremadamente elevadas. El empleo de cámaras térmicas permite una comprobación de la calidad fiable y no destructiva. Gracias a la termografía infrarroja se hacen visibles los daños en la superficie del acero en bruto. Para este tipo de usos son idóneas las cámaras térmicas de gran calidad de Trotec.
El control y la comprobación de la naturaleza del acero en bruto es una tarea complicada y que requiere costes altos, pues por lo general estas inspecciones se realizan de forma manual y visual. Un control visual así, también en productos de acero terminados, significa en realidad que las posibilidades de una comprobación intensiva son limitadas. Al fin y al cabo, en la superficie del material a simple vista sólo se pueden ver las fracturas y grietas más grandes. El nivel de detalle de la detección de defectos depende de la vista y los conocimientos técnicos del trabajador competente. Otro problema es que estos procesos no se pueden documentar ni hacer el seguimiento correspondiente. Por eso, en la industria automovilística y también en la ferroviaria crece la demanda de procesos de control de calidad más rápidos, más fiables y también más seguros para los trabajadores. El empleo de la termografía infrarroja es de gran provecho para el control de calidad en la producción de acero en la industria automovilística y la ferroviaria, pues las cámaras térmicas actúan al detalle también en el acero. El grupo Trotec tiene varias cámaras térmicas en su catálogo que ponen el foco en el material al detalle.
Comprobación de calidad: Los infrarrojos ahorran tiempo y dinero
Sólo se necesita calentar ligeramente el acero en bruto o el producto de acero a unos 20 grados para hacer los daños en el acero visibles para una cámara térmica. En un abrir y cerrar de ojos se muestran en las imágenes los defectos de la superficie, ya que los puntos dañados abiertos están más calientes que el resto del material.
Termografía de la gama alta
Una resolución geométrica muy alta, combinada con un sensor de imagen potente y una alta sensibilidad térmica: así se presenta por ejemplo la cámara térmica IC125LV de Trotec. Los 110.592 puntos de medición de la temperatura independientes del sensor infrarrojo de alta resolución permiten una resolución geométrica de 1,1 mrad en un rango de temperatura desde -20 °C hasta +1.500 °C.
Gracias a su extremadamente alta sensibilidad térmica de 0,05 °C se pueden hacer visibles las diferencias de temperatura más pequeñas y, con ello, los daños más sutiles en el acero en bruto calentado o también en productos de acero extremadamente calientes. La IC125LV es sencilla de usar. La pantalla a color de 3,5 pulgadas permite una inspección cómoda y sin contacto desde todas partes. Por supuesto, también se pueden sacar imágenes reales y grabar vídeos infrarrojos de alta calidad para una documentación minuciosa y detallada.
El equipamiento de serie incluye la función integrada de sacar imágenes reales y DuoVision para la visualización en tiempo real de la imagen infrarroja y la imagen real superpuestas con diferentes opciones de presentación. Gracias a la tarjeta de memoria extraíble miniSD no hay problemas de memoria con mediciones amplias y lógicamente la IC125LV, como todas las cámaras térmicas de la serie IC, dispone de una batería recargable para usos de medición más prolongados.
Termografía infrarroja en la producción de acero
Equipamiento de serie
disponibles de manera opcional
no disponible