Este simulador de niebla y gas de humo profesional de probada calidad alemana es el aparato más compacto y ligero dentro de su clase de potencia.

Gracias a su forma estrecha y su ­construcción liviana de aluminio, podrá transportar el FS200 con comodidad y libertad de movimientos a cualquier lugar donde vaya a utilizarlo, incluso en espacios estrechos como ­escaleras de seguridad.

Una vez en su lugar de uso, el excelente soporte para el bidón del FS200 se abre en cuestión de ­segundos.

De esta forma, se obtiene una superficie de apoyo para el aparato más amplia y, por lo tanto, una mayor estabilidad en suelos desfavorables como tejados planos con grava.

Para la formación de niebla, existe la posibilidad de configurar en funcionamiento continuo la intensidad tanto de la potente turbina externa como de la bomba de fluido del FS200, lo cual permite adaptar el aparato de forma individual al uso específico requerido.

Además, el sistema inteligente de acoplamiento de la potencia de la turbina, la calefacción y la bomba garantiza durante varios minutos un flujo de niebla constante sin interrupciones debido al calor adicional incluso cuando la turbina funciona a la máxima potencia.

De esta forma, se consigue un bajo consumo de fluido muy satisfactorio, con un máximo puntual que se sitúa en los 100 ml por minuto.

Mediante la inyección de niebla en ­redes de tuberías, instalaciones de ­tanques o instalaciones sanitarias domésticas se pueden detectar rápida y fácilmente las conexiones defectuosas o las fugas.

Con el procedimiento de gas de humo, las fugas en tejados planos aislados o estructuras de terrazas se pueden detectar de modo eficaz y económico, ya que la niebla blanca, la cual resulta especialmente densa, es perfectamente visible al salir por las fugas incluso en superficies grandes y a grandes distancias.

La detección mediante niebla de humo también es ideal para llevar a cabo ­mediciones intermedias durante la fase de construcción de techos planos ­complejos.

De manera preventiva y con el fin de evitar daños futuros provocados por fugas, se puede controlar la estanqueidad de áreas a las cuales al término de la obra resulta difícil o imposible acceder.